Helmer: ¿Qué haces en la alcoba?
Nora: (Desde dentro) Quitándome el disfraz.
—Henrik Ibsen, Casa de muñecas

Una caja de Barbies encontrada entre la basura de una acera en el Viejo San Juan…
Lilliana Ramos Collado
… cuando miró hacia la acera, me contó Víctor, allí encontró una caja llena de ellas, apretadas. Un montón de Barbies. Fue algo tan inesperado, dijo, ver allí esas muñecas costosas, tantas juntas, tiradas en la basura aunque en perfectas condiciones. Las guardó por un tiempo, y luego las sacó y acomodó, en filas, sobre una tablilla en su estudio. Sus amigos y visitantes las miraban con cierto guiño irónico, le preguntaban qué hacían allí esas Barbies, y él aún no tenía contestación. “Esperé pensando qué haría con ellas”, me dijo mientras caminábamos parsimoniosamente por entre las Barbies acomodadas con rigor geométrico en el suelo apalaustrado de Área: Lugar de Proyectos.
Mapping, título de esta instalación creada con las Barbies y seleccionada por la galería Área como saludo a la Cuarta Trienal Poligráfica, es, primero que nada, la evolución de un objet trouvé: el desarrollo meditado del encuentro fortuito entre el artista y una caja de Barbies tirada en la basura de una calle del Viejo San Juan. El artista no se conformó con fotografiar estas “chicas escogidas”, como nos dice Robbe-Grillet en otro de los epígrafes, sino que las llevó a su estudio para colocarlas en el espacio transformador del arte: cada una seguiría siendo una Barbie, “una chica plástica de esas que veo por ahí”, pero una Barbie “exaltada”. Cada una apuntalando, con su figura espigada y faz sonriente, un mapa del mundo.