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amor cortés, cacería, cazador, Charles Baudelaire, el deseoso, Filí Melé, Litoral, Luis Palés Matos, puesía puertorriqueña del siglo xx, sacrificio
por Lilliana Ramos Collado

Cazador. Pintura rupestre africana.
“La hondura del deseo no va por el secuestro del fruto…
El deseoso es el huidizo.”
—José Lezama Lima, Llamado del deseoso
1.0 El tropo
En[1] las paredes de un cálido escondite rodeado de charcos y pantanos, el cazador Palés escribe su profecía: “Yo te maté, Filí Melé”. La escribe, imagino yo, junto a ocres bisontes paleolíticos, mientras “un tufo malsano / de cosa descompuesta en la marisma”[2] llena sus narices. La escribe como magia homeopática para asegurar el éxito de su empresa. La escribe como apertura al rito feroz del sacrificio. Porque la suya será una búsqueda asesina.
Esa búsqueda frenética se presenta en tres poemas que parecen mutuos invariantes: “Puerta al tiempo en tres voces”, de 1949, “La búsqueda asesina”, de 1954, y “La caza inútil”, de 1957. Los tres, pertenecientes al ciclo tardío y, según muchos críticos, lírico, de Palés, se hablan y se contestan, se miran uno en el otro y le dan forma a lo que veo como el tropo que estructura la obra palesiana: la cacería. Palés mismo la postuló así: “fundido tu huir a mi buscar”.[3] Sigue leyendo