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arte público, Arte Público para Puerto Rico, ciudad, espacio público, invención de la tradición, Lilliana Ramos Collado, memoria colectiva
por Lilliana Ramos Collado
The everlasting universe of things flows through the mind —Percy B. Shelley, “Mont Blanc”
0. La ficción necesaria
Hace casi veinticinco[1] años me mudé al Viejo San Juan frente al parquecito que alberga la escultura de bronce de Lindsay Daen, titulada «La Rogativa,» que, inspirada en la leyenda de las Once Mil Vírgenes, alude a las jóvenes suplicantes que se asomaron a las murallas la noche en que barcos ingleses atacaron la plaza de San Juan. Por razones meteorológicas, los ingleses desistieron de su empresa, y a la rogativa de mujeres sanjuaneras se le atribuyó el milagro. La cuarta noche que pasé allí descubrí una palanca que, al accionarse, bañaba de luz “pública” la estatua, alzada en un pedestal de hormigón de cara al Palacio de Santa Catalina, a las altas murallas y a la Bahía de San Juan. El escultor, que solía venir cada noche a contemplar su obra, me pidió que, si no habían encendido el potente foco de luz, lo hiciera yo misma. Yo fui la más reciente de una serie de técnicos impromptu encargada de iluminar un monumento que celebraba un milagro histórico. Sigue leyendo